miércoles, 1 de agosto de 2018

México indiferente durante años

No me gusta hablar de política públicamente por 3 razones:
1. No conozco lo suficiente del tema para expresar una opinión crítica, objetiva, justificada y/o suficientemente informada.
2. La política en México es un tema sucio y no voy a desgastar mis energías en él.
3. No hay tolerancia y respeto hacia el pensamiento diferente.

Pero no podía quedarme callada, una vez más, porque ya me cansé de leer tantos argumentos sin sentido, falsos, sobrados de indiferencia, burlas e insultos en redes sociales, todo porque no ganó el candidato que querían, así es que decidí escribir lo siguiente:

Durante años, los mandatarios y su descendencia se han burlado de nosotros y nos han insultado. Durante años, el gobierno de México nos ha robado descaradamente, nos ha cargado de impuestos excesivos, ha recortado porcentajes importantes de personal en sus dependencias, organismos e institutos, quizá algún conocido ha sido víctima, nos ha proporcionado malos servicios públicos: poblaciones sin agua, luz, electricidad, mala seguridad; le ha dado escuelas en condiciones precarias y hospitales sin insumos a la sociedad, nos ha hecho transitar por carreteras inservibles y vialidades llenas de baches, y no parece que nos importe. Durante años muchos hemos vivido con salarios miserables y condiciones laborales precarias; hemos visto el dólar a más de $20.00 y el alza del costo de la gasolina que causa el incremento del precio en servicios y productos. Durante años, hemos permitido el fraude y hemos sido parte de la corrupción, hemos permitido la discriminación y el racismo hacia los pueblos indígenas, las mujeres, los adultos mayores y los niños, vemos a millones de mexicanos viviendo en pobreza extrema, sin acceso a vivienda digna, alimentación, educación, seguridad y salud, pero no les tendemos una mano. Durante años, el gobierno ha mantenido una guerra sucia contra el narco que ha cobrado miles de vidas inocentes, fue partícipe de masacres de estudiantes e indígenas, desapareció a otros estudiantes, permitió que los disolvieran en ácido, que día a día aparezcan decapitados, ahorcados, despedazados, en puentes, terrenos, fosas clandestinas, miles de feminicidios, niños con cáncer inyectados con agua, tráfico de menores, periodistas muertos, y no alzamos la voz porque no son cercanos a nosotros. Durante años solo hacemos comentarios como: por puta la mataron, por drogadictos los desaparecieron, por flojos, porque quieren todo del gobierno, por morenos, por nacos, por chairos y derechairos... pensar así es permitir y estar de acuerdo en que todo eso siga sucediendo. Nos burlamos de un niño por sus gustos y formas de expresión y eso es parte de permitir que nuestra niñez sea violentada, violada, masacrada: la burla también es violencia. 

Hoy grito: ¡BASTA! ¿No se dan cuenta de que están mostrando y desahogando todo el odio y resentimiento que han guardado y acumulado durante años y ahora lo quieren desquitar con quienes no han asumido el cargo? Lo hacemos evidente en el momento en el que recurrimos a una injuria para referirnos a algún individuo, cosa o situación. Nos vemos, leemos y sonamos ridículos.

Ah, pero ahora nos sentimos con el derecho de exigir que se arregle todo el desmadre que permitimos que hicieran con México y fingimos ser "intelectualmente superior” porque aparentemente estamos informados por el excesivo bombardeo de noticias, en gran medida falsas, y creemos tener la verdad absoluta. No nos engañemos: no nos importa el futuro y el bienestar de México, no nos importa su gente, no nos importa su economía, sus recursos naturales, su flora y fauna, sus tradiciones... solo nos importa seguir viviendo en la mediocridad y en el engaño, tener dinero para la "peda" y creer que México está bien porque aparentemente no nos hace falta nada. Si en serio nos preocupara el país, estaríamos vigilando el cierre de esta administración para ver en qué condiciones lo van a entregar. Que HIPÓCRITAS somos.

México somos todos, no solo nosotros mismos y nuestra falsa comodidad. No necesitamos otro terremoto o una catástrofe mayor para entender que tenemos que mantenernos unidos, porque eso tampoco sirvió. 

Lo que me duele de México es su gente.

Y bueno, como dice el pueblo: a quien le quede el saco, que se lo ponga.

¡Suerte México, somos muchos los que te queremos ver bien, ver grande!

Kira